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“Persépolis”

Por: Sandra Jazmín Juárez Hernández

Esta película está basada en el libro del mismo nombre de la autora iraní Marjane Satrapi. Se trata de una autobiografía en la que se plasma principalmente el conflicto de la revolución islámica de 1979 que derroca del poder al Sha, vista desde la experiencia de vida de una niña -Marjane- y todo lo que le rodea, dando paso a su adolescencia fuera del país y finalmente su juventud.

Como ya se mencionó la película empieza cuando Marjane es una niña y el clima social y político que la rodea está permeado por el deseo de cambiar el gobierno de Irán. A través de dibujos animados se recrea una breve historia de cómo el Sha llega al poder y por qué debe ser derrocado; aquí se nos muestran aspectos muy claros del colonialismo británico, así como de la lucha por establecer la democracia como forma de participación política de los habitantes de Irán. Otro especto importante es el manejo de los personajes, los cuales son vistos a través de la perspectiva infantil de la autora, quién les otorga características extraordinarias de maldad, bondad, heroísmo, sacrificio, etc.

El manejo del tiempo y el espacio son bastante acertados, ya que a través de las vivencias de Marjane el espectador puede tener una idea clara de la situación social, política y cultural de aquel país alrededor de 1980; así mismo, el componente de la música ayuda a marcar la temporalidad y sobre todo el desprecio de las generaciones más adultas y conservadoras por todo lo que provenía de occidente.

Durante su adolescencia,  tanto ella como su familia, pasan de la alegría inicial por la desaparición del régimen absolutista, a la sorpresa e indignación de saber que la revolución toma una postura radical que acaba convirtiendo al país en un estado policial y de persecución, donde los derechos de los jóvenes y de las mujeres en particular son claramente pisoteados. Es en este escenario, durante el enfrentamiento entre Irán e Irak de 1980 a 1989, que Marjane es enviada por sus padres a estudiar a Viena para protegerla de la violencia de su país; una vez ahí ella vive nuevas experiencias, conoce gente nueva, pero la culpa por el sufrimiento de su gente en el medio oriente ocasiona que no pueda integrarse plenamente a la sociedad occidental, en la cual tampoco es comprendida. Después de varios años y tras un incidente que casi la mata, regresa a Irán para estudiar Bellas Artes pero tampoco logra integrarse al nuevo régimen radical islámico, por lo cual cae en depresión. La película termina cuando Marjane decide trasladarse finalmente a Francia, país donde reside en la actualidad. 

Uno de los personajes más importantes y emblemáticos es el de la abuela de Marjane, quien representa la dignidad, el orgullo y el amor por la vida y por los propios orígenes; ella funge como conciencia y deber ser de la mujer, superando los prejuicios tanto de medio oriente como de occidente y se vuelve entrañable como figura de esperanza de que todo puede mejorar.

En el material adicional de la película, la autora señala que la decisión de hacer esta obra en formato de cómic es para lograr el objetivo de llegar a todo el mundo, ya que de haber sido una película actuada por personas no habría pasado de ser “una película más de medio oriente”, algo que emocionara y nos hiciera pensar por un momento, pero que no dejara ninguna huella; por el contrario, al ser los dibujos formas de expresión más universales, que permiten exagerar, imaginar y hasta hacer sublimes los deseos, los sueños e incluso la percepción que cada persona tiene de la realidad, permiten transmitir más que ideas o simples datos, emociones y vivencias que difícilmente se olvidan.

Sin duda alguna la caricatura ha sido bellamente empleada en esta película, desde su realización y pintura a mano, cuadro por cuadro, hasta la utilización de recursos lúdicos e idílicos, ya que nos aproxima a una realidad histórica cercana a nuestro tiempo, pero que voltea la mirada hacia donde casi nunca miramos: el Medio Oriente, los niños, la diversidad cultural y la perspectiva del otro.